Año muy deficitario en lluvias genera situaciones muy variables

Por: Ing. Agr. Diego Guigou, responsable Líder de Producción Agrícola de ADP – Agronegocios del Plata.

 

Se nos termina el mes de marzo con sabor agridulce, esperábamos lluvias que llegaran para apalear la situación de sequía acumulada en más de 10 meses. Con un déficit de lluvia anual que oscila entre 300 y 600 mm, según la zona. Este déficit provocó que sin reservas las pocas lluvias que teníamos se consumieron y si bien tuvimos algunos acumulados interesantes al comenzar febrero no alcanzaron para tirar más de 10-12 días y el déficit comenzó a notarse nuevamente, más que nada en la zona agrícola núcleo (Soriano – Flores- Río Negro).

 

Las medidas se tomaron, ciclos largos, siembras con bajas densidades, no nos apuramos demasiado en la siembra, pero lo que marca realmente la diferencia al día de hoy son las zonas donde llovió un poco mejor a donde no tuvieron prácticamente lluvias. Esos 300 mm acumulados anuales de diferencia entre zonas se notan claramente ahora.

Hoy 25/3 se están dando las lluvias y ya van más de 80 mm en Dolores, esto va a ayudar donde aún quedaban granos por llenar para que el peso de mil, factor fundamental en el rendimiento, no sea tan malo.

 

Como se dice habitualmente “la alegría va por barrios” y nuevamente la distribución ayuda para poder capitalizar lluvias que siempre en años secos se dan con una distribución muy desuniforme.

 

La cosecha de sorgo está en plena zafra en el noreste con resultados muy entusiastas, la rotación siempre da satisfacciones, un cultivo muy aguerrido, y con mayores precipitaciones (en esa zona) logrando rendimientos bien aceptables para el año que les corrió. El maíz de primera, por su parte, terminó con rindes acordes al año, en Soriano en el entorno a 5 TT/ha y en Paysandú superando los 9 TT/ha.

 

El objetivo hoy ya está puesto en lo que vendrá, planificando los cultivos de invierno que por suerte tenemos muchas opciones que antes no existían como carinata, cebada forrajera, lupino etc. Esto genera opciones y siempre son bienvenidas.

 

La nueva genética en trigo que nos tiene muy entusiasmados en poder seguir incrementando los potenciales de rendimiento y calidad, y la cebada maltera que se viene consolidando como una opción interesante con genética de muy buen potencial.