Cae la demanda de granos en EEUU y China con repercusión en los precios

Por: Carlos Sánchez Negrete, asesor de Mercado de ADP – Agronegocios del Plata.

 

Los precios de los granos tuvieron descensos en esta semana, particularmente en soja y maíz. Hasta ahora todo el foco estaba puesto en el mercado climático de Estados Unidos (EEUU), con bajas en la soja y maíz por las complicaciones logísticas causadas por el huracán Ida, pero no hubo ningún fracaso productivo, sino que va a haber una cosecha relativamente normal y dentro de los números que viene bajarando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).

 

El tema viene por el lado de la demanda. Lo que uno ve es que la demanda de soja en EEUU viene floja y la demanda china también viene muy lenta. Están mal los márgenes de los productores de cerdos en China y hay una baja en la demanda del consumo de harina de soja. Lo que se ve es un mercado muy tranquilo por el lado de los chinos.

 

En Brasil, el productor vendió mucho y queda poca soja. Este año va a tener unas exportaciones gigantes y le va a seguir compitiendo a EEUU, inclusive al momento de las cosechas.

 

La campaña brasilera va a ser muy larga y las exportaciones de ese país van a seguir influenciando el mercado. Ese es otro factor que no teníamos en años anteriores: un Brasil pujando con EEUU por exportar la soja, compitiendo en un momento en que la demanda está más tranquila.

 

Los chinos van a comprar. La semana pasada hubo 15.600.000 toneladas de ventas de soja, de cosecha nueva de EEUU, no solamente a China sino a todo el mundo. El año pasado eran 22.500.000 toneladas para esta misma época, o sea que estamos 7.000.000 de toneladas por debajo de 2020.

 

Eso no pasa con el maíz. En el maíz este año hay 19.300.000 toneladas y el año pasado había 13.400.000 toneladas, o sea que el maíz está por arriba.

 

Otro factor a seguir es una noticia que se conoció recientemente que es un poco inquietante y es la aparición de brotes de peste porcina en China. Los márgenes de rentabilidad en China para los productores de cerdo no son buenos, ha habido bastante sustitución de harina de soja y han consumido trigo forrajero y arroz.

 

Creo que los chinos tienen que comprar, la demanda va a aumentar, pero el ritmo con el que vienen comprando es bajo. Entonces lo que tenemos que ver es una aceleración. En el momento que veamos una aceleración es el indicativo de que los precios están bajos.

 

Hay otro factor adicional, que son todas las regulaciones que está poniendo en la economía el gobierno chino. Hace unos meses vimos regulaciones en todos los mercados de commodities para evitar la especulación, lo que me parece que está bajando un poco la estimación del crecimiento de China.

 

De todas formas, soy optimista, creo que la demanda de China está. Ya hemos visto la semana anterior y en algo esta semana compras fuertes de cosecha nueva, así que me parece que no van a tardar mucho en empezar a comprar.

 

Con respecto a la faltante de agua para el trigo en Argentina, hay preocupación. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que el 43% del área está con algún tipo de faltante de agua. Estas lluvias que cayeron en Uruguay y en la provincia de Buenos Aires, y que van a seguir durante setiembre, van a dar bastante alivio. Eso seguramente de mayor tranquilidad porque siempre las lluvias de primavera son las que terminan de definir la campaña del trigo.

 

Los daños a algunos puertos de granos en Estados Unidos pueden generar que algún barco que cancele desde el Golfo se vaya para Brasil, pero creo que no debería ser un número muy grande, no debería ser un factor muy importante.

 

Algún cierre temporal afecta un poco los precios, pero eso a la larga el flujo vuelve. Es un tema de tiempo.

 

El otro factor importante es el clima en Sudamérica. Brasil va a  crecer un 3% o 4% en soja, están proyectando una producción para el año que viene de 144.000.000 de toneladas. O sea, son números muy optimistas en un año que por ahora viene en un patrón climático similar al del año pasado, cuando tuvimos seca. El patrón es el mismo pero de menor intensidad, y eso va a seguir en la primavera y en el verano.

 

En setiembre y octubre vienen buenas lluvias para Brasil y eso aleja el temor a las siembras. Ahora, el factor climático va a tener un peso enorme. Por ahí en la primavera, si se siembra bien en Brasil, un poco menos, pero el verano sudamericano de vuelta va a traer presión en los precios.