Cierre del complejo 2020 y qué se espera a principios del 2021

Para el clima del país, las lluvias en los últimos meses han sido menores a lo habitual, pero el aspecto positivo es que las registradas hasta la fecha han resultado de gran utilidad, aprovechándose al máximo. 

Las precipitaciones recientes han interrumpido momentáneamente las cosechas de cebada y trigo, pero han beneficiado al ciclo de maíz de primera y ha viabilizado la soja de primera, que ya estaba sembrada, así como todo lo que se está plantando actualmente en Uruguay. 

El complejo 2020 cierra con una oferta de granos justa a nivel mundial, debido a la alta demanda de los mismos, incrementando en consecuencia los precios, en los que también incidió la sequía, el efecto de La Niña en la región y las tasas de interés a nivel global, lo que ayuda al sector agrícola del país.  

En tanto, la planificación para el próximo 2021 ya inicia, en la que se toma en cuenta la experiencia de años anteriores y la tecnología aplicada al agro, como la siembra directa que se utiliza en casi todo el territorio nacional, que tiene efectos positivos en la temperatura del suelo y en la eficiencia en el uso del agua.

Otro factor primordial a considerar, pero difícil de evaluar, es el clima. Año a año se tienen presente las predicciones climáticas, pero se torna complejo cuando no hay un pronóstico unánime. Tal es el caso del 2021, en el que algunos estiman que en febrero empezarían a normalizase los regímenes de agua, mientras que otros aseguran que será un mes seco.

Ante estos casos, una estrategia recurrente es usar el tipo de variedad, la genética o los ciclos para que el período más crítico de la falta de agua se dé después de enero. 

Sin embargo, el consenso es que el próximo año será más seco para todo el Cono Sur, que junto a las tasas de interés, llevará a que los precios de los granos continúen altos, favoreciendo al país.

Desde ADP-Agronegocios del Plata, seguiremos enfocándonos en la agricultura, trabajando en las regiones en las que ya estamos presentes en el interior del país, centrándonos principalmente en  producir granos, carne con granos y semillas para otros agricultores.

Además, continuaremos aplicando el concepto aprendido en este 2020 al que denominados las “dos P”: proteger el corazón del negocio y pivotear desde el corazón del negocio, contribuyendo a que el productor cuente con semillas de calidad que le permitan potenciar el rendimiento de su negocio y junto a nuestros aliados de STINE, estamos convencidos que realizaremos un gran aporte a la genética uruguaya.