Con el reporte del 30 de junio volvió la alegría

Por: Carlos Sánchez Negrete, asesor de Mercado de ADP – Agronegocios del Plata

 

Luego que los precios de la soja y el maíz tocaron máximos en mayo en el mercado de Chicago, sufrimos una baja que por su rapidez y profundidad preocupó mucho a los productores. En 15 días de junio la soja bajó -115 usd/ton y el maíz y el trigo perdieron -57 usd/ton y -50 usd/ton respectivamente. La sensación de haber perdido el tren y el miedo a no volver a ver los buenos precios anteriores fueron los sentimientos de muchos.

 

La explicación de la corrección bajista hay que encontrarla en la caída de la prima del riesgo climático en los precios futuros, que precipitó a que los fondos especulativos liquidaran tomando ganancias de las abultadas posiciones compradas que tenían. La excelente siembra en tiempo y forma de la cosecha gruesa en EEUU y las posteriores buenas lluvias en el cinturón sojero-maicero fueron las causas del debilitamiento de esa prima de riesgo climático que contenían los precios.

 

El 30 de junio el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) dio su informe trimestral de stocks reales al 1 de junio (fin del 3 trimestre de la campaña gruesa) y su estimación de área sembrada. El reporte fue una sorpresa alcista que volvió a traer la alegría al gaucho. Los stocks informados fueron -540 mil toneladas de soja y -810 mil toneladas de maíz inferiores a las que estimaban los analistas. Pero más impactante aún fueron los números del área sembrada. Los analistas pensaban en un aumento de área respecto de lo informado en marzo de entre +1, 6 y +2 millones de hectáreas entre maíz y soja. El USDA proyectó apenas +0,630 millones de hectáreas. De las 1,07 y 0,55 millones de hectáreas promedio adicionales esperadas en maíz y soja se informaron solamente un aumento de 0,630 millones de hectáreas en maíz y apenas sin cambios en las hectáreas de soja sembradas.

 

La manera de analizar el impacto de estos números es traducir el área faltante en toneladas y compararlo con los stocks finales proyectados por el USDA. Las 440 mil hectáreas de maíz menores a las esperadas multiplicadas por los 11.270 kilos/ha de rinde promedio estimados resultan en -5 millones de toneladas, que representan el 15% de los 34,42 millones de toneladas de stocks finales proyectados. En el caso de la soja las 550 mil hectáreas de déficit multiplicadas por los 3.420 kilos/ha de rinde promedio estimados equivalen a -2 millones de toneladas de producción, que representan el 50% e los 4,23 millones de stocks finales de soja proyectados para la nueva campaña en Estados Unidos. Si bien este reporte vuelve a traer esperanzas de excelentes precios hacia adelante, ya vimos lo que el buen clima puede ocasionar y la volatilidad de precios de los mercados con la que tendremos que convivir.