
El clima de febrero será clave para los rindes del cultivo de soja
En esta época del año los mercados agrícolas en general se mueven influenciados por el acontecer climático. Los precios de la soja y el maíz dependen de los pronósticos meteorológicos en Sudamérica, mientras que para el trigo lo que importa es cómo afecta el frío y la cobertura de nieve en los suelos de las planicies de Estados Unidos y Rusia.
La seca que está sufriendo Argentina y Uruguay, en particular, está concentrando toda la atención de los analistas internacionales sobre lo que puede pasar con los precios de la soja.
Durante enero, el valor del grano osciló de la mano de los pronósticos climáticos y el comportamiento de los fondos de inversión especulativos.
A principios de enero, la posición julio en el mercado de Chicago valía 362 US$/ton, similar al precio actual a principio de febrero. Sin embargo, la falta de lluvias durante enero hizo subir los precios +13 US$/ton, cerrando al 30 de enero en valores de 375 US$/ton. En ese lapso, los fondos de inversión recompraron fuertemente sus posiciones vendidas e impulsaron los precios hacia arriba.
Al comenzar febrero, los meteorólogos anticiparon que volverán las lluvias sobre la zona núcleo de Argentina y Uruguay. Debido a la etapa de desarrollo en que se encuentra actualmente el cultivo, estas precipitaciones serán definitorias para los rindes.
El estrés sufrido ya hace presuponer una baja en la producción de Argentina, previamente valorada en 56 millones. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima 51 millones previo a las lluvias anunciadas.
Por otra parte, los analistas tienen el ojo puesto en la producción de Brasil, que ha tenido un óptimo desarrollo debido a las buenas condiciones climáticas. Mientras que se van recortando las producciones de sus vecinos, los brasileños van aumentando la suya y sus proyecciones van entre 110 y 114 millones de toneladas.
Cuando se observan las previsiones para Sudamérica en su conjunto, hoy se sitúan en alrededor de 175 millones de producción de soja. Analizando los números del cuadro global de oferta y demanda parecería que la demanda va a estar bien abastecida: Sudamérica con 175 millones, a lo que habría que añadir los abultados stocks que acumula Argentina para la nueva campaña de 11 millones, y otros 12 millones de stocks finales en Estados Unidos.
Por ahora son solo proyecciones, para que se concreten es fundamental que los pronósticos de este mes se hagan realidad.
Carlos Sanchez Negrete