El clima y la disputa comercial China -EEUU pautan el mercado de la soja

En su proceso de descubrir los precios futuros, el mercado de los granos continúa ponderando dos factores principales. Por un lado,  el desarrollo y estado de los cultivos que se acaban de sembrar en Estados Unidos, teniendo en cuenta el clima. Por otro, y en el caso de la soja, el comportamiento de China respecto de la compra de la oleaginosa estadounidense frente a la imposición de tarifas de importación.

En cuanto al primero de ellos, el comienzo de la campaña estadounidense está cerca de ser ideal, con buena humedad y temperaturas que para esta época del año estadísticamente se correlacionan con buenos rindes. A esto se le suma que para los meses de julio y agosto se pronostican buenas lluvias y temperaturas moderadas en la zona del Medio Oeste, la de mayor producción de soja y maíz del país. En tanto, en la parte Oeste del cinturón maicero-sojero se vaticinan temperaturas levemente elevadas sobre el promedio y algo menos de precipitaciones. 

Este tema ha sido argumento para la tendencia bajista de la soja y el maíz desde principios de mayo y que se profundizó sobre finales del quinto mes. Desde el 1 de mayo al 8 de junio, en el mercado de Chicago, la soja bajó -30 US$/ton y el maíz -11 US$/ton.

El segundo factor que influye en los precios de la soja es la  disputa comercial entre China y EEUU. La sensibilidad es tal que incluso en algunas ocasiones  los tweets del presidente Donald Trump han sido causantes de la tendencia del mercado de Chicago. Sin embargo, dejando de lado lo especulativo, los números indican que solamente tres de los 9,69 millones de toneladas de soja que importó el país asiático en mayo provinieron de EEUU. El grueso de las compras de China fue a Brasil.

Las ventas  de soja de EEUU a todos los destinos suman 55, 6 millones, pero quedan pendientes de embarcar 9 millones de toneladas, de las cuales 1,5 tienen como destino a China y 3,5 destino desconocido. En este caso, suelen terminar embarcándose también al país asiático.

Asimismo, la soja que está pendiente es mucha y es probable que las ventas se cancelen. Si esto ocurriese, bajarían las proyecciones de exportaciones de la oleaginosa del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y por consiguiente aumentarían su estimación de stocks finales para la campaña actual.

Todos estos números son parte de la explicación de la tendencia bajista, aunque todavía falta mucho tiempo para que la cosecha esté lograda.

Por Carlos Sánchez Negrete