LA IMPORTANCIA DE TENER OPCIONES

Por: Ing. Agr. Enrique Ferrari, responsable de I+I+D de ADP – Agronegocios del Plata.

Entrando en el mes de junio, ya podemos apreciar en las rutas y caminos de nuestro país cultivos de canola y trigo ya implantados, pero además lo particular de esta campaña es que todavía queda un área de soja por cosechar. Parte de esa área se encuentra destinada a siembra de trigo y se nos comienza a ir la fecha de siembra óptima de los cultivares de ciclo largo e intermedio, como Maitén, Curupay y Guayabo.

Es por eso que año tras año venimos generando información desde I+I+D para lograr ofrecer las mejores opciones que se adapten a estas fechas de siembra. Es así como fueron detectados Álamo y Olivo, ambos cultivares de ciclo corto, testeados ampliamente en nuestra red de ensayos y zonas de producción, así como las chacras de productores que los fueron eligiendo en las campañas anteriores.

Ambos son recomendados con fechas de siembra óptima para todo el mes de junio e incluso adaptándose a siembras de primeros días de julio.

A continuación, presento un detalle elaborado en base a información promedio de cuatro años (2019-2020-2021-2022), cuatro localidades por año (Young, Dolores, Mercedes, La Estanzuela), utilizando datos internos de I+I+D, más datos de Evaluación Nacional de Cultivares INASE-INIA, donde según el rango de siembra utilizado, se muestra el rango de espigazón que podríamos esperar para ambos cultivares.

Cuadro 1: Rango de fechas de siembra y rango de fecha de espigazón esperada.

Podemos concluir que en siembras de la primera quincena de junio con Álamo y Olivo, podemos esperar fechas de espigazón en torno a la segunda quincena de setiembre independientemente del año y la localidad, lo cual los posiciona como excelentes opciones para siembras comenzado el mes de junio.

¿Como decidirnos por el cultivar a sembrar?

Ambos cultivares fueron elegidos buscando potencial de rendimiento, sanidad equilibrada y buena calidad de grano. Su posicionamiento es diferencial dependiendo del objetivo de producción, ambiente e intensificación del sistema.

Álamo se posiciona muy bien en ambientes de muy alto potencial (ver figura 1), en sistemas más intensivos de agricultura, ya que presenta como característica dejar menor volumen de rastrojo. En lo que respecta a calidad, presenta un destacado peso específico dentro de su segmento.

En lo que respecta a Olivo, tiene ventaja en aquellas situaciones de ambientes inferiores o esquemas menos intensivos, que requieran mayor acumulación de rastrojo en superficie, sumándole una capacidad de armarse aún con un stand de plantas menor al recomendado en situaciones de baja implantación por presentar una capacidad de macollaje elevada.

Figura 1: Rendimiento Álamo y Olivo según Índice Ambiental.

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