
Escasez de lluvias aumenta la oferta de ganado y despierta alerta ante la llegada del invierno
En las últimas semanas, el mercado comenzó a presentar una oferta creciente de animales, tanto en lo que refiere a ganado de reposición como al destinado a la industria. La razón fundamental de esta situación es el clima, que combina la escasez de lluvias con la inminente llegada del invierno.
Luego de un período de sequía que derivó en la declaración de emergencia agropecuaria por parte del gobierno, las lluvias comenzaron a llegar a algunas zonas del país, mejorando las condiciones de las pasturas. Sin embargo, el litoral oeste continúa recibiendo poca agua, al punto que en la última semana las precipitaciones alcanzaron apenas los 15 milímetros.
Esta situación compleja, que comenzó en noviembre y todavía genera repercusiones, redujo la cantidad de forraje disponible. Ante esta realidad, los productores se han visto obligados a regular la carga ganadera en sus campos, vendiendo para poder alimentar al resto de los animales.
En el mercado de ganado industrial, la oferta está siendo absorbida en su totalidad, pese a que la mayor parte de los animales no está bien terminado. El aspecto positivo es que la faena mantiene un buen ritmo y que la caída del mercado gordo no ha sido tan pronunciada como cabía esperar.
Las lluvias registradas en las zonas ganaderas, aunque escasas, aliviaron la situación al ser acompañadas por temperaturas agradables para las pasturas.
Pese a esto, no podemos olvidar que estamos en abril. La cercanía del invierno abre la posibilidad de que aparezcan las temidas heladas, terminando con las pasturas estivales. Dado que los verdeos invernales todavía no están prontos para el pastoreo, cabe esperar que la oferta aumente al punto de que el mercado no tendrá capacidad para absorberla.
El tema es preocupante, en particular si se tiene en cuenta que resulta casi imposible sostener al ganado con suplementos, ya que el precio de los granos forrajeros en la región es demasiado elevado.
En el norte del país la situación resulta aún más compleja para los productores, ya que la garrapata constituye un problema sanitario que complica la salida de los animales de los campos.
Por Med.Vet. Juan Domenech