Esperando la volatilidad

Por: Carlos Sánchez Negrete, asesor de ADP – Agronegocios del Plata.

 

El mercado climático de Estados Unidos trajo consigo algo de volatilidad a un mercado que se encontraba aletargado y en la parte baja del rango de precios de los últimos años. Desde mediados de junio hasta la primer semana de julio, los precios del contrato noviembre de la soja en el mercado de Chicago (CBOT) subió 11 USD/ton y el maíz diciembre en el mismo mercado subió 7,5 USD/ton, impulsados por dos factores.

El primero de ellos, fue el informe de área y stocks del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) del 30 de junio, que bajó la estimación del área de maíz en dos millones de hectáreas, que con rindes promedio implican una baja de producción de 22 millones de toneladas. Este informe produjo una recompra en el Chicago Board of Trade (CBOT) de fondos especulativos que estaban fuertemente vendidos en el maíz y contagió en parte a la soja.

El otro factor fue que los pronósticos climáticos empezaron a anunciar más calor y menores lluvias para el cinturón maicero-sojero de Estados Unidos. No obstante, y pese a los pronósticos, el clima no fue tan malo para los cultivos y hoy nos encontramos con que el 69% de la soja y el maíz sembrado en el país norteamericano están en un estado de bueno a excelente, lo que por el momento, nos hace pensar en que no va haber mayores inconvenientes en alcanzar las producciones estimadas. Esto, asimismo, provocó que los mercados perdieran la suba por la prima climática y desde los máximos la soja bajó 5 USD/ton y el maíz 11 USD/ton.

Todo parecería indicar que no deberíamos esperar nuevas sorpresas vinculadas con la oferta en maíz y que el peso estará del lado de la demanda para poder ver una suba sostenida de precios. Es importante que recordemos la importancia de Estados Unidos en el mercado mundial de maíz, ya que su producción representa el 30% del total a nivel global y sus exportaciones representan el 35% del comercio internacional.

El escenario para la soja, en tanto, es distinto ya que todavía falta atravesar el período crítico de definición de rindes, que se dará en el mes de agosto. Los stocks finales estimados para la nueva campaña bajan a 11,6 millones de toneladas, comparados con los 16,9 millones de la actual. Apenas un 5% de caída en el rinde estimado para la soja pondría los stocks finales cerca del 5% de la relación stocks/consumo, lo que prendería las alarmas para sostener un rally al alza de los precios.

Por ahora, salvo las oscilaciones señaladas anteriormente, el mercado parece tranquilo. Esperemos que alguna nueva movida del clima nos dé otra oportunidad de mejorar los precios.