Esperando que la buena demanda China impulse compras en EEUU

Por: Carlos Sánchez Negrete, asesor de ADP – Agronegocios del Plata

 

En medio de la pandemia vemos que los mercados agrícolas han reaccionado positivamente. Desde finales del mes de abril hasta mediados de junio, el precio de la soja del contrato julio en el mercado de Chicago ha subido +13 usd/ton y el contrato de maíz julio subió +6,5 usd/ton. El trigo juega un partido aparte debido a que la mejora de la situación de la oferta de los trigos europeos hizo bajar el contrato julio de trigo en Chicago -11 usd/ton, atenuando la suba de  +24 usd/ton producida durante el mes de marzo.

Por el lado de la soja vemos una demanda intensa, sobre todo por parte de China que durante el período Enero/Mayo importó 34 millones de toneladas, volumen muy por encima del año pasado y solamente superado en los años 2017 y 2018. Un dato importante a tener en cuenta es que el grueso de las importaciones chinas fue de origen brasileño, más del 70% de las exportaciones salieron con destino a China y esto se debió principalmente a la fuerte devaluación del real, que impulsó la venta de los productores. Es decir que China se encontró con una oferta muy abundante y barato desde Brasil y por eso limitó sus compras de soja en Estados Unidos.

Debido a las menores ventas desde EEUU, las proyecciones de las exportaciones de soja estadounidense del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) bajaron en el informe de mayo – 2,7 millones de toneladas y nuevamente volvieron a bajar otras -680 mil toneladas en el reporte del mes de Junio, aumentando los stocks finales casi 3 millones de toneladas entre abril y junio.

La situación hacia adelante es un poco distinta. Brasil ha exportado tan fuertemente que algunos analistas piensan que hasta podría necesitar importar algo de soja al final de su campaña para empalmar con la nueva cosecha en febrero. Esta situación hace que el productor brasileño ya no venda tanto y en los próximos meses puede estar retirado del mercado.

En Argentina el retraso del tipo de cambio oficial, que hoy tiene una brecha de casi 60% con el tipo de cambio libre, y la inestabilidad económica hace que el productor retenga la mercadería como protección.

Finalmente, el productor estadounidense no encuentra atractivos los precios actuales y como está recibiendo subsidios por parte del gobierno tampoco es oferente. Todas estas situaciones harán que hacia adelante no haya una oferta fluida de soja en el mundo. Si bien en el mundo hay stocks, la falta de oferta tendrá en los precios el mismo efecto como si esa soja no existiera. Por tanto, es probable que veamos que la recuperación de precios continúe en el mercado de Chicago ya que la demanda deberá estimular al farmer con mejores precios. Además, debemos tener en cuenta que nos aproximamos a los meses de julio y agosto que son críticos desde el punto de vista climático para asegurar las cosechas de maíz y soja en EEUU. Sabemos que los mercados climáticos traen volatilidad. Esto nos podría dar una oportunidad para poder terminar de poner precio a nuestra producción.