“La rueda sigue girando”

Por: Ing. Agr. Enrique Ferrari, responsable de Innovación, Investigación y Desarrollo de semillas en ADP – Agronegocios del Plata.

 

Si bien no sabemos cómo va a terminar la campaña de verano para cada sistema, sabemos que estamos transitando una sequía muy importante a nivel país. No se puede estimar un número, pero se ve que las pérdidas van a ser importantes e incluso en algunas chacras serán totales. Las precipitaciones que comenzaron a darse en las últimas semanas poco cambian en el estado general de esos cultivos, pero nos dan margen para comenzar a pensar con mayor ánimo en el invierno.

Estando a un mes aproximadamente de comenzar el grueso de las siembras de invierno, es prudente analizar un cúmulo de factores para poder encarar la próxima campaña de invierno y así poder tomar las mejores decisiones en cada sistema.

¿Por la revancha?

Esto nos dispara a pensar que vamos a necesitar del invierno para “hacer caja”, y la pregunta inicial nos da para pensar en la estrategia que debemos tomar ante esta situación.

Sin lugar a duda, somos optimistas con lo que sucederá. Entendemos que la producción no puede parar, ya que producimos alimento para el mundo, pero debemos planificar muy bien en un sistema que año tras año nos continúa desafiando y donde no podemos permitirnos lugar a errores que nos lleven a una mala cosecha de invierno.

Planificar, ¿de qué manera?

Pensando muy bien dónde vamos a colocar cada cultivo de invierno, entendiendo que debemos evaluar la acumulación de herbicidas, donde mucho se está hablando de los “Carry de herbicidas”. Para algunos cultivos, como colza, resulta prácticamente decisivo saber qué herbicidas se venían utilizando en el sistema, ya que el uso de algunos de ellos puede llegar a ser prohibitivo para este cultivo.

Evaluar la rotación, donde cada vez se pone más foco en la secuencia de cultivos. Desde luego no es lo mismo hablar de trigo sobre trigo, que de cebada sobre cebada y mucho menos colza sobre colza. Las experiencias que ha habido en colza sobre colza han sido la mayoría de malas a muy malas. Por eso, tal como lo afirma el general de la literatura, es conveniente esperar bastante más tiempo que un par de ciclos de cultivos para repetir la especie en el mismo potrero. Para el caso de los cereales, las experiencias nos llevan a pensar que entre un invierno o dos sin presencia de la especie son suficientes para evitarnos sembrar en situaciones de alto riesgo de incidencia de enfermedades. Pero además no solo pensando en el cultivo próximo, sino también en el posterior cultivo de verano.

Prestar atención a los pronósticos a largo plazo como una herramienta más a tener en cuenta. Hoy varios de los centros de investigación al respecto pronostican un cambio a la neutralidad con probabilidades de que estemos ante una primavera lluviosa, la cual afectaría la calidad de los cultivos de cebada y trigo. Si bien sabemos que son predicciones y no una certeza, es información disponible y debe tenerse presente, al menos en el subconsciente.

Éstos son solo algunos de los factores que sabemos que los productores tienen en cuenta a la hora de tomar decisiones dentro de un cúmulo mayor, un productor que cada vez es más empresario, cauteloso y demandante de información para la toma de decisiones.

Opciones

Para la toma de decisiones sin dudas es importante tener información del sistema en el que estamos parados, pero además es muy importante tener las opciones y productos adecuados para esas demandas. Por eso considero que ADP es un aliado estratégico importante, con la paleta de trigo más completa del mercado y muy buenas opciones en canola.

Ciclo largo

En lo que respecta a trigo ofrecemos una paleta muy variada, que comprende cultivares de ciclo largo-intermedio como Curupay y Maitén, materiales pensados para comenzar los planes de siembra con diferentes objetivos: el primero pensando en una calidad de grano superior y el segundo buscando potencial y acompañado de una excelente sanidad en siembras tempranas de fines de abril, primeros días de mayo, con el plus de presentar un excelente paquete sanitario en lo que respecta a royas, manchas y comportamiento a fusariosis de la espiga.

Ciclo medio

Ya entrados en el mes de mayo comenzamos a pensar en Guayabo, un trigo con excelente sanidad y un potencial de rendimiento difícil de superar, el cual lo viene demostrando en nuestros ensayos y en las chacras de productores que año tras año aumenta su demanda.

Para esta campaña 2023 estaremos presentando a modo de prelanzamiento Arazá y Laurel, dos cultivares pensando en un “tamaño de envase grande”, que no nos limite el potencial a alcanzar en caso de realizar buenos manejos y pensar en kg/ha.

Ciclo corto

Y por último, ya entrados en junio contamos con la opción de Álamo y Olivo. El primero, un cultivar de origen francés, con altísimo potencial dentro de su ciclo y destacada calidad en lo que respecta a peso específico (PH). Me atrevo a decir que es el material de mayor PH dentro de su nicho en el mercado. Y Olivo, un cultivar con excelente potencial dentro de su ciclo y muy buenos parámetros de calidad específicamente en términos de peso específico. Puede alcanzar valores de proteína muy buenos, siempre y cuando se lo acompañe con un manejo nutricional adecuado.

En cuanto al cultivo de canola, observamos un aumento muy marcado en cuanto a área en el invierno pasado, pasando a liderar el área de siembra dentro del invierno. Esto es debido a sus múltiples beneficios al sistema, desde lo económico-productivo hasta lo operativo, ya que por su ciclo diversifica riesgos y se integra muy bien a la rotación con soja de segunda. La estrategia que sugerimos para este cultivo es pensar en variedades primaverales como IGRANOLA 103 y GUYUNUSA INTA, que siendo sembradas durante mayo hasta principios de junio permiten cosechas tempranas (fin de octubre – principios de noviembre) lo que permite hacer soja de segunda con fecha de siembras de primera, y además anticiparse a la cosecha de los otros cultivos (cebada y trigo) para no superponer actividades temporalmente.