
Lluvias generan impactos variables sobre los cultivos
Por: Ing. Agr. Esteban Guigou, responsable de Multiplicación de Semillas de ADP-Agronegocios del Plata.
La falta de lluvias es una realidad y ha impactado principalmente en la zona sur del país. En todas las áreas de producción hacia el norte ha llovido bastante bien, incluso en los últimos registros se registraron entre 40 y 60 milímetros, muy buenos datos de agua.
Sin embargo, los valores desde Paysandú hacia el sur rondan entre los 5, 20 y 40 milímetros. La zona de Dolores en general estuvo cerca de los 20 milímetros y para los cultivos esto tiene diferentes consecuencias. La canola, por ejemplo, está bastante armada y de hecho las trillas que han comenzado lo demuestran, ya que los rindes están cerca de los 2.000 kilos, una sorpresa para nosotros. Se ha comenzado a trillar en el norte, puntualmente en Paysandú, aunque hay varias chacras en Dolores que también han arrancado con esta tarea.
En este caso, los costos de producción de la canola aumentaron bastante, aunque depende del precio en que el productor pudo comprar el nitrógeno para producirla. De todas formas, la estructura de costo de este invierno es bastante variada porque bien pudo haberlo comprado a US$ 1.400 la tonelada como a US$ 800 y eso tiene un impacto grande.
Para la cebada, por su parte, estas lluvias llegan tarde. De hecho, las malterías emitieron comunicados en los que se anuncia una baja en el parámetro de recibo de primera más segunda. No se ha arrancado a trillar, pero la expectativa es de cultivos con problemas de calidad y rinde.
En lo que respecta al trigo, si bien la falta de agua condicionó el rinde, lo encuentra en un mejor escenario. Algunos cultivos están en floración y ahora tienen todo el llenado, mientras que a otros los encontró ya comenzando el llenado. Van a tener un respiro y el rinde se va a ver un poco beneficiado por eso.
Dificultades en el sur
La mayor área de producción está hacia el sur, la zona más afectada por la falta de lluvias. No obstante, la cantidad de agua que cayó en todo el país fue suficiente para iniciar las siembras con una fuerza tremenda, algo que se observa en los traslados y en las chacras, donde se largó la siembra de soja.
En alianza con el semillero americano Stine, este año tenemos en ADP el lanzamiento de nuestra primera soja corta, que se llama 45EB52 STS y tiene un montón de características positivas. Se posiciona particularmente para riego y en zonas bajas de campos, donde la humedad no sea una limitante porque es una soja que define su rendimiento en poco tiempo.
Como ventajas, es una soja resistente al Glifosato, al Glufosinato, al 2,4D y Sulfunilureas. Entonces tenemos una espectacular paleta de herbicidas para utilizar arriba, sobre todo para todas las situaciones en las que tenemos problemas de enmalezamiento, de latifoliadas y gramíneas, sin dejar de lado el rinde, que es muy bueno. El 2021, que fue un buen año, promedió por encima de los 5.000 kilos, así que es un material que promete mucho.
Además tenemos los materiales que ya estábamos manejando, como Bio 6.21, en alianza con Bioceres. Se trata de una soja de ciclo largo muy estable, ideal para arrancar en siembra primera hasta las tempranas de diciembre. Es un material que se utiliza mucho en nuestra área. También está Bio 5.21, una soja un poco más corta, que generalmente se usa en buenas chacras de primera y en segunda con muy buenos resultados.
En relación al maíz, en ADP tenemos toda la paleta de Stine. El 9910, por ejemplo, es un ciclo completo de maíz con un excelente potencial, principalmente recomendado para la primera, aunque es un ciclo versátil que se adapta a varias situaciones y puede colocarse perfectamente en planteo de segunda para grano húmedo.
Apuntando a segunda tenemos dos materiales. Uno de ellos es 9808, un material bien estable, y su sustituto es el 9820, con un rinde un poco superior. Este producto se adapta muy bien a riego, pero también a esquemas de segunda, normales o de alto potencial. Ambos materiales se encuentran agotados.
Finalmente tenemos el 9741 como un material para usar en ciertas ocasiones debido a que es de ciclo corto. Es un maíz de 114 días de ciclo que se adapta a siembras tardías, cuando se nos va el esquema y por alguna razón no podemos empezar en diciembre. Debido a su largo de ciclo escapa a las heladas tempranas. Es un hibrido que también puede sembrarse pensando en picarlo y hacer un segundo cultivo arriba. La oferta es bastante amplia.
Un partido con goles
El 2022 fue un año de muy buenos rindes, costos relativamente bajos y muy buenos precios. Esto hizo que los márgenes de la actividad fueran muy positivos. Esta campaña, comenzamos con precios altos de insumos que subieron por la guerra, aunque estábamos muy alentados por los precios elevados de los commodities, que finalmente se normalizaron y bajaron. Hoy tienen buenos precios pero con una considerable diferencia con el escenario al momento de la siembra, en general el productor quedó comprado con insumos caros. Eso hace que el margen al final esté complicado, la sequía baja los rindes y nos ajusta bastante.
Por lo tanto, el invierno por ahora es un “0 a 0”, pero con un poco más de “tenencia de pelota” de nuestra parte. De todas formas, queda todo el verano por delante. Ahora llovió y empezó la siembra. El trigo va a estar un poco mejor de lo que pensábamos, la canola también y eso va a ser de gran ayuda.
Además, anuncian varios eventos de precipitaciones para adelante, por lo que podremos tener un buen verano. La soja sigue teniendo un buen precio, no son los US$ 650 que hubo, pero sí US$ 500, que es un muy buen número. Los insumos también se ajustaron, así que confiamos que “los goles” van a aparecer.