Variabilidad de pronósticos del tiempo genera incertidumbre en el mercado de granos

Pasando el meridiano del mercado climático, vemos la variabilidad que siguen teniendo los pronósticos del tiempo en Estados Unidos. Los 2 principales modelos de predicción, que son el GFS y el Europeo, difieren entre sí respecto de las estimaciones de las precipitaciones futuras. Del mismo modo, los pronósticos cambian de un día para el otro e incluso hay variaciones importantes entre corridas del mismo modelo realizadas durante el día.

 

La manera en que se están dando las lluvias también genera disparidades muy grandes de milimetraje entre campos separados por poca distancia. Por ejemplo, del 1 al 26 de julio en la localidad de Cedar Rapids, en el estado de Iowa, cayeron 76 mm (80% de lo normal), mientras que en Iowa City, distante a 37 km, las lluvias caídas en ese lapso fueron de 165 mm (150% de lo normal).

 

Sin embargo, pese a las variabilidades, se puede concluir que las lluvias no fueron las esperadas y los analistas ya descuentan una merma en los rindes del maíz y de la soja. El mercado hoy estima que el rinde de maíz podría ser un -3% y el de soja un -2% menores a los estimados por el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) en su informe de julio pasado.

 

Los fondos especulativos se han movido al compás del estado del tiempo, comprando y vendiendo fuertemente soja y maíz con cada cambio de pronóstico, potenciando los movimientos de suba y baja del mercado de futuros de Chicago.

 

Desde finales de junio a fin de julio, período que coincidió con lluvias menores a lo normal en el cinturón sojero/maicero, los fondos especulativos compraron alrededor de 20 millones de toneladas de soja y su precio subió +30 usd/ton en el mercado de Chicago. Desde finales de julio hasta la primera semana de agosto, con pronósticos para el resto de agosto de mejores lluvias y temperaturas moderadas, los precios volvieron a bajar -20 usd/ton con fuertes ventas de los fondos.

 

A pesar del ambiente volátil, es posible señalar que algún grado de daño se ha verificado tanto en los cultivos de maíz como en los de soja. La soja todavía está a tiempo de mejorar, si el clima es óptimo en lo que queda de agosto y mediados de septiembre. La verdad de los rindes recién se va a saber al momento que entren las cosechadoras y  mientras tanto continuarán las especulaciones de la mano del clima. Con la gran cantidad de maíz y soja que hay en Sudamérica para que el mercado se torne alcista los daños deberían ser de una magnitud que afectaran los rindes de maíz, bajándolos más de un 7%, y en el caso de la soja una merma de rindes por encima del 5%.

 

Por Carlos Sanchez Negrete